Christopher Tolkien ha muerto a los 95 años de edad.

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En mi humilde opinión, no considero que la muerte de alguien tan anciano sea una mala noticia, una mala noticia es cuando muere alguien joven. Cuando muere alguien tan anciano, creo que lo correcto es celebrar que ha vivido tanto.

Ahora bien, estoy algo preocupado. Christopher Tolkien había sido un fanático defensor de la obra de su padre. Para él, los escritos de su padre valían más que todo el oro del mundo junto, y nunca jamás dejó que nada ni nadie adulterase la obra de su amado padre. Es gracias a él y a su sufrida dedicación que libros como el Silmarillion fueron publicados. Y ahora, con su muerte, temo que sus sucesores no guarden la misma pasión por la Tierra Media y sus historias, y que la vendan al mejor postor a cambio de una montaña de oro, sin preocuparse del trato que pueda recibir dicha obra.

La serie de Amazon sobre la Segunda Edad y la Caída de Númenor está en desarrollo, y miedo tengo de lo que pueda salir de ahí ahora que no está Christopher ahí para vetar decisiones que contradicen lo dicho por su padre. Los derechos del Señor de los Anillos y del Hobbit no pertenecen a la familia Tolkien (el resto de las obras sí), y ya veis la que se preparó con las películas del Hobbit, algo que podría haberse evitado si los derechos hubiesen seguido en la familia, porque con total seguridad Christopher habría vetado muchas decisiones (como la de los gusanos gigantes). Aunque también es cierto que, de haber sido por él, quizás nunca hubiesemos visto ninguna adaptación (y lo digo siendo alguien que considera que incluso las películas del Señor de los Anillos están lejos de ser perfectas), o al menos no una adaptación tan comercial y "juvenil".

Descanse en paz, Christopher Tolkien.

CitarI will not say: do not weep;
for not all tears are evil.

Saludos.

Coincido contigo en cuanto a que hay que celebrar que alguien encuentre el descanso al fin en su vida y no antes de tiempo. No obstante, y aunque esto es salirse un poco del tema, no comparto del todo la crítica que se hace a la trilogía del Hobbit frente a la del Señor de los Anillos, ya que ambas tienen inventaeras de similar calado, y cuya única meta es la de componer un producto cinematográfico más acorde a los estándares de hoy en día. No sé, a mí las películas del Hobbit me gustaron bastante sin considerar la fidelidad a la obra literaria, y el Señor de los Anillos, igual. Son obras muy difíciles de llevar al cine y es normal que se inventen o retuerzan cosas incluso induciendo a la confusión, y casi que diría que es bueno que haya diferencias entre los libros y las películas, de forma que se puedan disfrutar ambas como cosas diferentes, es decir, que por el hecho de que existen pelis (q son más cómodas de disfrutar) no olvidemos que los libros están ahí para ampliar y "corregir" las adaptaciones al cine.