- Bueno, es una idea como cualquier otra - dijo MkVenner poniendose en su lugar en el círculo. El comentario de que Adela pudiera ser la gema se le antojaba exagerado al curtido explorador, pero qué diablos, cosas aun más increíbles habían visto desde que comenzara la aventura. Se había dado cuenta perplejo de que su mente había asimilado con rapidez, e incluso con naturalidad, el hecho de que las arañas no existieran, de que Adela fuera la más grande, la misma Adela raptada por esa misma araña gigante...Sacudió la cabeza. Era mejor no pensar en esas cosas. No estaba acostumbrado al vértigo que producían.

- Lo único que sé es que no quiero quedarme aquí fuera cuando caiga la oscuridad. Hay cosas extrañas en este bosque.

Derec abrazo fuertemente a Adela, que entre sollozos se aferro a el

No dejare que nada te pase, te protejere con mi vida, o con lo que queda de ella-le susurro al oido

Eso parecio calmarla, mirando a los demas dijo Es hora de abrir esta maldita puerta, no quiero quedarme aca cuando termine de oscurecer

Se acerco al grabado de la puerta en donde se veian los animales espectrales que ya todos habian visto De alguna manera tienen conexion estos animales con la puerta, debe ser lo que dijeron, ESO ES, LO QUE DIJERON ES UN ACERTIJO!!

Dio unos pasos atraz de la puerta y se sento mirando los grabados y recordando lo que dijeron los animales su memoria a duras penas podía citar ciertos pasajes del acertijo:

Poder y autoridad son...contiene mi interior toda la sabiduría....los ojos más brillantes velo sobre los mortales reinos

Poder y autoridad son mi humilde don,
don soy de los más poderosos de los santos hombres

Al parecer este objeto de alguna manera representa el poder-pensó

Los recuerdos de aquel mensaje seguian viniendo como lluvia que cae sobre el tejado...

Hombres codician mi brillante piel y la riqueza que contiene,
contiene mi interior toda la sabiduría


Sabiduría, en aquellos bajo mí, no es el único don ausente,
ausente en mi centro, circular como una rueda, porto afilados picos

Derec cogio unos gijarros pequeños que habian muy cerca y trato de formar lo que descrbia esa parte del acetijo

Formo un circulo con los gijarros cogio algunos punteagudos y los trato de acomodar de una manera simétrica.
Se quedo mirando su creación trato de imaginarla dorada como decia el acertijo este es un símbolo de poder y autoridad... unos minutos de silencio entretuvieron al oscuro nigromante.

Creo que ya lo tengo...eso debe ser ES UNA CORONA-Entono con fuerza

Uuufff... qué dolor de cabeza y qué... mal me encuentro...
Tras lanzar Intéllego Mentem, había perdido la poca sobriedad que le quedaba. La humedad fría del extraño paraje se le colaba por las entrañas. La luz vacilante del crepúsculo le provocaba mareo.
Derec abrazaba a una lloriqueante Adela.
Y esta tontaina... ¿por qué llora ahora...? Manda narices... primero nos fastidia y ahora con lagrimitas... Venga Derec, que estás muy salido... Déjate de sobeteos y vamos a ver si abrimos la puerta...
Recalcó la frase con un sonoro eructo.
Me parece que me estáis dando ganas de vomitar con tanto cuchi-cuchi... puagh...
Dicho esto, se dejo caer en el suelo, apoyó la espalda en una columna y buscó en su zurrón una serie de objetos. El más llamativo era un hornillo que desprendía una tímida luz azulada. Funcionaba con una sustancia mágica que podía encontrase en ciertas cavernas de Erathia. Después sacó un pequeño almirez y unas hierbas.
A ver si con esto se me pasa un poco esta pequeña indisposición... Me ha sentado mal el poquito de licor que he tomado... Debe ser cosa de la altitud...
Arrimó las palmas de las manos a la llama azul.
Por lo menos da calorcito...
Una vez terminada la infusión, la fue tomando a pequeños sorbos -estaba muy caliente- mientras observaba la sombra de Derec organizando guijarros en el suelo con Adela a su lado, la de MkVenner oteando por entre la floresta, y la de Athos dando nerviosos paseos alrededor de las columnas.
La noche caía sobre ellos...

Anochecía. MkVenner vigilaba atentamente el bosque, allá bajo la elevación. Algo se movía en él. A su espalda, oía los cuidadosos sorbos que Swann daba a su infusión, y las palabras de Athos.

...quiere decirnos algo, y no creo que Adela quede fuera ya que es el instrumento de mayor importancia en lo que nos ocurre... es muy dificil de explicar, pero para dejarlo claro... creo que Adela es la gema... creo que ella debe ir en el centro... -concluía el mago, frente a la puerta.

- Bueno, es una idea como cualquier otra -dijo el explorador, sin dejar de mirar la floresta.

- De alguna manera tienen conexión estos animales con la puerta, debe ser lo que dijeron... -dijo pensativo Derec, colocándose junto a Athos. De repente se le iluminó la cara-. ¡Eso es, lo que dijeron es un acertijo!

- ¿Qué dices, nigromante? -gruñó LordCiego, mirando con desprecio a Derec.

Derec ignoró al paladín, y empezó a susurrar las palabras dichas por los fantasmas, ordenadas por la lógica acertada de Athos. Entonces, concluyó:

- Creo que ya lo tengo... ¡eso debe ser! ¡Es una corona!

Todos observaron la puerta, en silencio. Incluso el bosque calló. Nada paso.

- Una gran idea traer magos -gruñó LordCiego, pero entonces se oyó un crujido. Lentamente, la puerta empezó a abrirse, guiada por un antiguo sortilegio.

- Sí, fue una gran idea -sonrió Derec, estirando su mano hacia Adela-. Vamos.

Adela cogió su mano, y ambos se dirigieron a la entrada. Asomándose a ella, sólo vieron una oscuridad insondable. Pero ésta desapareció enseguida, cuando dos antorchas prendieron repentinamente, iluminando el lugar.

Una escalera de piedra descendía hacia la oscuridad.

- Iré primero -se ofreció MkVenner, bajando los primeros escalones con el arco presto. Tres pasos después, el explorador vio como dos antorchas más se prendían más abajo, alumbrando el siguiente tramo de la escalera.

- Mmm, estos Antiguos pensaron en todo -Swann cabeceó con admiración, mientras emprendía el descenso junto a sus compañeros. Un nuevo crujido llenó el aire, y antes de que nadie pudiera hacer nada, la puerta de entrada se cerró ruidosamente.

- ¿Qué sabes de este templo, Swann? -preguntó LordCiego, el cual cerraba la marcha, mirando la puerta de entrada -y salida- cerrada.

- Pues la verdad es que...

- La versión corta -atajó el paladín con cierto mal humor. Aquel lugar le provocaba malas sensaciones.

- Ah, pues, eh, este templo fue construido hace siglos, o milenios, según la fuente consultada, en honor a los Antiguos, o más concretamente a uno de ellos. ¿A cuál de ellos? Pues hay varios teorías sobre este interesante tema. La primera de ellas la realizó Sir Khabal, el cual...

- ¿Qué peligros nos encontraremos? -cortó de nuevo el paladín.

- Eh, peligros... no se sabe nada acerca del interior del templo. Nadie ha logrado nunca encontrarlo, ya que el Bosque de las Hojas Caídas es, como hemos comprobado, un sitio "peculiar". Ni siquiera se sabe como llegó a parar la gema a este lugar...

- Hemos llegado -dijo en un quedo susurro MkVenner.

En efecto, la escalera, que se había ido iluminando con más y más antorchas, concluía en una sala circular. La habitación estaba totalmente vacía, sin ninguna decoración ni siquiera en paredes o en su techo. En el centro, sin embargo, había una estatua de más de tres metros, que representaba a un enorme hombre, muy corpulento, portando un cetro en la mano derecha y una espada en la zurda. Vestido con una sencilla armadura, el hombre miraba con sus brillantes ojos -en realidad dos bellas gemas azules- hacia la pared que había a la izquierda de los compañeros.

- Portando los ojos más brillantes velo sobre los mortales reinos... -citó Athos al ver las gemas.

- Son zafiros -dijo Swann, mirando los llamativos ojos de la estatua-. Mmm, el zafiro, y esos símbolos que porta... ¡ya está! ¡Es Zieq, el Antiguo! ¡Señor de la Guerra!

El monje se giró a los compañeros, sonriendo, y señaló a la estatua.

- ¿Véis? Tiene dos caras. La mitad derecha de su rostro es oscura, ya que Zieq tenía una parte malvada, como hechicero de las artes tenebrosas. Pero su mitad izquierda es brillante, luminosa, ya que al mismo tiempo era el paladín que luchó contra los Kreegan y expulsó a su líder a otra esfera.

- Y está mirando hacía aquí -dijo Athos, acercándose a la pared donde las gemas-ojos miraban-. Vaya, aquí hay dos marcas de manos.

Como indicaba el mago, en esa pared dos manos aparecían marcadas con fuerza, como si alguien con gran fuerza hubiera golpeado con sus manos abiertas la pétrea pared.

- No hay ninguna salida -comentó Adela, mirando la estancia-. Por lo tanto nos hallamos ante otro acertijo.
Un gruñido de MkVenner resonó en la sala como respuesta.

Un nuevo acertijo. "Estos Ancestros tenían un peculiar sentido del humor", pensó Mkvenner. "Si es que tenían alguno". Acostumbrado a los abiertos espacios de las montañas de su tierra, a MkVenner le ponían nervioso los espacios cerrados, como esta sala. Su instinto de supervivencia se rebelaba ante el hecho de que no hubiera una salida. Incluso en el más cerrado de los bosques había múltiples sendas que escoger. "Quizá no sea sólo el instinto. Quizá mi mente se rebele también contra la falta de libertad".

- Mis pequeñas...¿Cómo? Sí, quizá tengas razón...Visto lo visto, no podemos confiar demasiado en que nuestros magos resuelvan el misterio...Podríamos probar - dijo MkVenner, hablando para sí. Se volvió a donde estaba reunido el grupo.

- Damas y caballeros, no sé ustedes, pero yo estoy deseando salir de aquí. Me han d...digo, se me ha ocurrido una idea que se podría probar. Teniendo en cuenta que aquí el amigo Zieq tenía una parte buena y una mala, propongo que pongan su mano en los huecos de la roca los extremos de nuestro grupo. LordCiego, como paladín, y esa...escoria nigromántica, como lo que es - concluyó MkVenner recalcando sus últimas palabras con una torva mirada a Derec.

El lugar era oscuro y tenebroso, parecía una tumba y la estatua los miraba como si tubiera vida propia. Los safiros eran como 2 pequeños espejos que reflejaban lo poco que se veía alumbrado con la luz de las antorchas.

Athos se acerco a la estatua lentamente, y aprecío sus maravillosos detalles. La estatua reflejaba la grandeza y gloria de un hombre de antaño, le llamó la atención el hecho de que la estatua portara un centro y espada tan imprecionantes, pero una armadura sumamente simple y para nada llamativa. Zieq miraba hacia una pared, con la marca de 2 manos en ella, al parecer eran la unica marca en todo el cuarto ya que este no portaba ni simbolos de ningun tipo, cosa que también llamó la atención al mago. Habían vivido tanto los últimos días que Athos estaba cansado tanto mentalmente como físicamente, lo cual provoco que no se le hiciera fácil resolver los últimos acertijos... pero aún se negaba a dejarse vencer... su vida le habia enseñado a ser terco y persistente en todo lo que hacia y no se daba por vencido facilmente...

- Suerte que somos dos magos... y suerte que Derec está aqui... a pesar de haber abandonado las artes arcanas por la nicromancia sigue teniendo más experiencia que yo... y es mas sabio - pensó Athos mientras miraba a su viejo amigo quien inspeccionaba la pared y aún tomaba de la mano a Adela...

- Ojala encuentres el amor nuevamente mi viejo amigo... solo tú sabes lo que has sufrido... ojalá la vida te sea justa al menos una vez - continuó pensando el joven mago quien a pesar de su seriedad se emocionó por la relación que nacía entre Adela y Derec...

- Damas y caballeros, no sé ustedes, pero yo estoy deseando salir de aquí. Me han d...digo, se me ha ocurrido una idea que se podría probar. Teniendo en cuenta que aquí el amigo Zieq tenía una parte buena y una mala, propongo que pongan su mano en los huecos de la roca los extremos de nuestro grupo. LordCiego, como paladín, y esa...escoria nigromántica, como lo que es - se escucharon las palabras de MkVenner las cuales parecían retumbar en las paredes...

- Listo como un zorro eres mi estimado MkVenner...- dijo el mago posando su mano en el hombro del explorador...

- Has probado ser muy útil en esta locura en la que hemos estado atrapados estos ultimos días -  sonrió Athos mientras inspeccionaba las marcas en la pared...

- Tal como dice MkVenner, estamos frente a otro acertijo... y tal como lo dedujo... - continuó el mago...

- Mientras yo perdía tiempo admirando la vieja estatua- pensó para si mismo liberando una pequeña sonrisa de verguenza y nerviosismo, mostrando que mas que nada era un simple joven en una situación complicada a la que no se había enfrentado antes...

... supongo que debemos permitir que nuestros dos amigos... LordCiego y Derec, posen sus manos en las marcas correspondientes - terminó levantando nuevamente la voz...

A pesar de su destreza para la magia y su poderoso he incansable espiritu, Athos era aún un simple joven, quien estaba perseguido por una imagen oscura que nublaba su futuro, un futuro que aún le era incierto.

Desde que su antiguo maestro había caído en las magías oscuras, Athos fue visto como un enjendro por los otros magos, como una falla, y todos pensaban que este seguiría los mismos pasos que su amigo, Derec, y su maestro, Astral, terminando en las tinieblas. A pesar de que Athos no paraba de estudiar y de practicar... y se probó mas de una vez contra otros magos quienes tenían mas experiencia y poder que el, logrando a pesar de todo sobresalir... aún no era aceptado como el mago que era. Su destreza con la magia era inigualable, al menos para un mago de su edad, y todo gracias a que por ser menospreciado había invertido largas horas en los patios arcanos de la Torre en mejorar sus hechizos y poder... pero estas prácticas y falta de un buen maestro le provocaron falta de sabiduría y razonamiento, cosas que todo mago aprende de su maestro, y Athos... no tenía tanta suerte en eso... lo que sabía... lo había aprendido solo...

Athos bajo la cabeza, permitiendo que su capucha tapara su cara de avergonzado...

- Lo siento...- las palabras salieron de su boca con cierta ira y enojo...

- Lo siento mucho... pero les he fallado... a pesar de ser mago, no poseo esta sabiduría... no aún... soy un simple y torpe joven que busca levantarse de los continuos golpes que le proporcionan los de su clase... pero se me hace dificil... desde...bueno, no importa... el hecho es que desde hace ya mucho tiempo, estudio sólo... practico sólo... y a pesar de que mis técnicas han mejorado... no soy tan sabio... no lo soy... solo poseo la sabiduria de un joven de mi edad... y no la te debería tener un mago..., MALDITO SEAS ASTRAL! - terminó golpeando la pared lleno de ira consigo mismo...

Ni bien ingresaron al cuarto donde se encontraba la estatua, Derec se recosto junto con adela en el suelo, pues estaba algo agotado despues de los ultimos acontecimientos.

No es una idea descabellada, refiriendose a la prospuesta que habia dicho Mkvenner, en eso mismo estaba pensando yo, pues este tipo al que aparece representado en la estatua era un nicromante y a la vez un paladin al igual que lo somos LordCiego y yo si , mi señor esta deacuerdo-refiriendose a LordCiego de una manera un tanto burlesca Yo coperare-Dijo desde su rincón donde descansaba

Parece que resulte mas útil de lo que pensaba-Dijo en un tono ironico mirando a Mkvenner y a LordCiego

- Parece que resulte mas útil de lo que pensaba-Dijo en un tono ironico mirando a Mkvenner y a LordCiego. El comentario crispó los nervios del explorador, ya a flor de piel.

- No te confundas, escoria. No eres más que una herramienta. Y sabes lo que pasa con las herramientas que ya no se necesitan, ¿verdad?
. Una sonrisa demente contorsionó los endurecidos rasgos del explorador. Decididamente, ese lugar lo estaba trastornando...

Mira Insecto, tus insultos ya me estan colmando la paciencia, si sigues provocandome conoceras lo ke es un explorador sin su sentido mas importante. Por si no lo sabes la magia puede ser usada para el bien o para el mal y la necromancia es un tipo de magia por ende sigue el mismo patron, la necromancia puede ser usada para el bien, pues ella entra en los casos en que la medicina no puede. Pudiendo revivir a las personas que uno ama, esa es la necromancia que yo cultivo, no la de destruccion a la que estas acostumbrado-Dijo Derec algo exaltado por las continuas afrentas de Mkvenner

Los zafiros de Zieq emitían la suficiente luz como para que Swann aprovechase la situación para tomar unos apuntes.
Si me disculpáis, mientras miráis el modo de salir de aquí, voy a hacer un croquis del templo. Es un lugar del que nada se ha escrito y para mí casi tan importante como alcanzar el objetivo que nos ha traído aquí es poder ofrecer a las generaciones futuras el testimonio de nuestras aventuras y, sobre todo, la ubicación y los secretos de este recóndito lugar
En realidad nadie le respondió, parecían muy ocupados con otros temas. Se acomodó en el último escalón y, junto a unas rápidas notas, trazó hábilmente un mapa del lugar y un boceto no exento de arte de la estatua de Zieq. Incluso colocó un papel sobre los bajorrelieves de las dos manos para dibujar, con un carboncillo, la forma exacta de éstos.
Mientras lo hacía prestaba atención al relato de Athos.
¿Tienes quejas de Astral? Mmmm... Debo confesar que no me sorprende... Quizá algún día quieras contarme cuáles son exactamente...
Athos apenas si pudo contestar nada. Derec y MkVenner estaban discutiendo con un tono de voz progresivamente más violento. Swann se acercó a ellos con su mamotreto bajo el brazo.
MkVenner, relájate... ¿Qué ves exactamente de malo en los nigromantes? ¿Tú también eres uno de esos prejuiciados que identifican la nigromancia con el mal? Revivir a los muertos y ponerlos a tu servicio no es que sea un acto virtuoso pero... ¿Acaso es más virtuoso matar a los vivos como hacen los paladines o poner a los vivos a su servicio, como hacen los nobles terratenientes? La nigromancia no es menos dañina que las bolas de fuego. Y muchos nigromantes tienen buen corazón. Estoy convencido de que nuestro enamoradizo Derec es un trozo de pan. ¿Conocéis la historia de Mortis? Es muy romántica. Esta legendaria reina elfa se convirtió en nigromante para resucitar a su marido Gallean, que fue asesinado por...
¡Suficiente, por favor! ¡No nos jodas ahora con tus putos rollos!- le espetó MkVenner.
Derec, por su parte, hizo un gesto de hartazgo y masculló ¡Este tío es idiota... Estamos encerrados en esta mazmorra y se pone a decir sandeces!
Swann volvió al escalón sin inmutarse y anotó en su Mamotreto:

"Aunque los pacientes no lo quieran reconocer, los enfermos de ira, amor, miedo o cualquier otra pasión del alma, mejoran sensiblemente con las palabras desinteresadas de una vieja leyenda"

La tensión era evidente. Las diferencias entre MkVenner y Derec habían acabado estallando, y ahora parecía que ambos se lanzaban todo lo que antes habían callado.  Swann intentó calmar a ambos, pero éstos no estaban por la labor. LordCiego al final intervino:

- Este... engendro... -dijo con desprecio tras pensar la palabra-, no es más que un carroñero. Busca entre los muertos su poder, en lugar de dejarlos descansar en paz.

- ¡No sabes de lo que hablas! -estalló el nigromante, levantándose bruscamente-. ¡Éste es el camino que he elegido, y lo he hecho por mi propia elección! ¡Necesito este poder para...! -Derec calló repentinamente, y agachó la cabeza, oculta bajo la oscura capucha-. Sigamos adelante.

Sus últimas palabras estaban cargadas de tristeza, o eso les pareció a los compañeros. Athos, su antiguo compañero, dio un paso adelante, e intento poner su mano derecha sobre el hombro del nigromante, pero éste apartó ese intento de consuelo con un empujón a Athos.

- Sigamos adelante -dijo con cierta dureza Derec.

Athos dio un paso atrás, y volvió a susurrar su decepción:

- Lo siento mucho, sigo fallándoos. Maldito Astral...

Antes esas últimas palabras, Adela miró con dureza al mago, y estuvo a punto de decir algo, pero se contuvo en el último momento. Mientras tanto, Derec colocó su mano en una de las marcas de la pared. A su lado se colocó LordCiego, que tras una mirada de odio al oscuro mago, puso su mano en la otra marca. Tan pronto como sus manos tocaron la pared, un cegador brilló los cegó momentáneamente. Cuando pudieron volver a mirar, ya no había pared.

- Bien hecho -dijo Adela, caminando adelante y adelantándose a los compañeros. Parecía ansiosa.

El resto siguió a la mujer, y entraron en una enorme sala: una caverna tallada en todos y cada uno de sus detalles. Pétreas columnas de más de diez metros sujetaban el techo de la estancia, lleno de estalactitas.

- Picos de piedra fueron el techo de mi primer hogar, hogar de nuevo tengo en la roca, almenas y grandes salas de piedra, talladas por hábiles manos... -susurró Athos, mientras intentaba ver si éxito el final de la sala, perdido más allá de su vista.

- Mirad, cada columna está tallada con unos bajorrelieves de hermosa factura -Swann acariciaba una de las columnas, mirando con admiración cada una de las figuras representadas.

- Hay algo de mayor interés -dijo MkVenner, señalando adelante. Todos la vieron entonces. Más negra que la noche, más bella que cualquier joya: la Gema Negra descansaba sobre un pequeño altar a unos veinte metros del grupo. Dos antorchas, en las columnas más cercanas al altar, iluminaban tenuemente la Gema, pero ésta parecía absorber la luz. MkVenner sacó una flecha y la colocó en el arco-. No puede ser tan fácil, seamos cuidadosos.

- Las antorchas apenas iluminan esta gran estancia, y parece que es a causa de la Gema Oscura -murmuró Athos.

¡PUM!

La caverna-sala tembló, y los compañeros estuvieron a punto de caer al suelo.

- ¿Qué ha sido eso? -masculló LordCiego

¡PUM!

Adela se tambaleó, a punto de caer, y rápidamente Derec ayudó a la chica, sujetándola.

- Algo se acerca -gruñó MkVenner, mientras todos ahora podían ver una enorme sombra al fondo de la caverna, acercándose a ellos-. Y es bastante grande.

- ¡La Gema! -Adela corrió hacia ella, mientras otro paso retumbaba en la sala.

¡PUM!

- ¡Adela! -gritó Derec, y todos salieron corriendo tras ella. La joven llegó hasta la gema mientras la sombra se acercaba más y más. Varias cabezas de largos cuellos empezaban a distinguirse en ella. Antes de que nadie pudiera hacer nada, la joven agarró la Gema y la alzó con una siniestra sonrisa.

- ¡Al fin! ¡Al fin recupero lo que me pertenece! -gritó.

- ¿¡Pero qué dices Adela!? -Derec estaba tan sorprendido como sus compañeros.

¡PUM!

- Estúpidos... realmente sois unos estúpidos -Adela miro con desprecio a sus compañeros-. ¡Oh Athos! ¡Sigues siendo un inepto! Fue fácil culparte por la corrupción de tu Linaje, muy fácil. Y tú, Derec, realmente, eres otro inepto. Y muy predecible. Sólo tuve que matar a esa chica... ¿cómo se llamaba? ¡Ah sí, Ariana! Y, como predije, caíste en las artes oscuras necesarias para mi propósito.

¡PUM!

A la espalda de Adela, la gran sombra, de más de siete metros de altura, se acercaba. Pero la mujer no parecía preocuparse por ello.

- Una vez que tuve a mi nigromante, necesitaba un paladín. Un pequeño chivatazo a LordCiego y éste se encargó de capturar a Derec. ¿No te extrañó que fuese tan fácil su captura? ¿Qué estuviese casualmente durmiendo, paladín? Un sencillo hechizo lo consiguió, y los dos extremos opuestos se unieron. Otro inepto más, nuestro amigo LordCiego -Adela rió-. Lo mejor de todo fue cuando descubrí el asombroso parecido de Adela y Ariana. Una casualidad, pero hasta el Destino me sonríe. Con ella en la escena, mis dos eslabones podían unirse y trabajar juntos.

¡PUM!

- Fue sencillo suplantar al Decano. ¿MkVenner, no te extrañó que tras salvarlo te pidiese que te quedases en la sala con él? Simplemente, el aguerrido explorador quedaba fuera de escena, al igual que cuando pedí  a los defensores del templo se retirasen al interior. Logré que nadie se interpusiese en el robo de los Cuernos de Yahim.

¡PUM!

- ¿Y qué decir del "sabio" de Swann? -continuó con desprecio-. Tantos años en tu biblioteca, ¿y no sospechas de la aparición de un libro que casualmente te mostraba el camino a seguir? Sólo esa maldita druida, Gem, y su araña intentaron interponerse en mi camino. Intentó capturar a Derec para impedir que el templo fuera abierto y la Gema robada, pero mis ilusiones confundieron a la araña y capturó a la auténtica Adela -la mujer señaló a los compañeros-. Sois todos unos fracasados -Adela miró de reojo atrás, a la sombra-, y moriréis en esta cueva. La Horda me espera. He de cerrar un trato que me reportará grandes beneficios -la mujer sonrió, y se guardó la Gema en su zurrón. Ahora oculta, ya no absorbió más luz, y la estancia se iluminó repentinamente. Tras Adela una enorme criatura -ahora visible- de tonos verde y de varias cabezas rugió.

- ¡Una hidra! -LordCiego dio un paso atrás-. ¡Pero nunca vi una tan grande!

- Ni la verás -Swann la miró con asombro-. Las Hidras del Caos se extinguieron supuestamente hace muchísimo tiempo, cuando los Antiguos abandonaron este mundo y cerraron los Portales del Caos a su marcha. Pero parece que se les quedó una atrás -ironizó finalmente.

- ¡Creo Imaginem! -entonó Adela, y su imagen se multiplicó en cuatro mujeres. Athos y Derec se miraron, intercambiando una mirada de entendimiento. Sólo los magos de la Torre de Marfil y del resto de Torres repartidas por este mundo sabían usar la magia hermética. Y Adela -o quién fuera- la acababa de usar.

Las cuatro Adelas comenzaron a correr hacia la salida, mientras las cinco cabezas de la hidra  se lanzaban sobre cada uno de los compañeros...

PUM!

La sala comenzó a temblar y algo fue percidibo por el joven Athos... una presencia que los había acompañado hace un tiempo pero recién ahora era evidiente...

PUM!

Los compañeros casi cayeron al suelo. A pesar de que las antorchas iluminaban parte de la sala era como si la gema obstuyera toda señal de luz dejando solamente una iluminación tenue...

PUM!

Athos aún no lograba descifrar que precencia era... pero algo estaba claro... sentía una oscuridad que le vaciaba el corazón... algo oscuro estaba ahí con ellos... pero él aún no sabía que o quien era...

PUM!

Una sombra se acercaba a lo lejos... una sombra enorme y atemorizante que provocó que un escalofrio recorriera la espalda del mago...

PUM!

- ¡Al fin! ¡Al fin recupero lo que me pertenece! -gritó Adela.

Las palabras de la joven provocaron un nudo en la garganta del hechicero y la presencia ya se le hacia más famliar...

- No puede ser... será?- se preguntaba Athos, completamente confundido...

Adela comenzó a dirijirse a cada uno de los integrantes del grupo con desprecio, bulandose y con una risa malevola que adornaba lo que antes era un bello rostro...

Mientras las palabras de la joven llegaban a sus oidos la mente de Athos era invadida por un miedo que no había sentido hace un tiempo... una mezcla de odio y dolor llenaron su alma.

Adela oculto la gema y la sala se iluminó para revelar a una criatura enorme con varias cabezas. Una Hydra de tamaño descomunal estaba presente frente a los aventureros quienes a pesar de su valor no podían evitar sentir miedo y preocupación. Cada cabeza portaba dos enormes ojos rojos que reflejaban a cada uno de los aventureros como un espejo... cada uno de los aventureros era un objetivo...

- ¡Creo Imaginem! -entonó Adela y toda duda fue evacuada de la mente de Athos al ver que la joven utilizaba un hechizo que solo los magos de la Torre de Marfil sabían usar...

- Grrrraaaaaaahhhh!!!!! MALDITOOOO!!!!- gritó Athos mientras sus ojos parecian estar en llamas y una mueca de ira se apodero del rostro de hechicero...

Las Hydra ataco con velocidad y fuerza para golpear el piso gracias a una veloz respuesta del mago quien logró esquivar el poderoso golpe. Una nube de polvo provocada por el impacto cubrió la enorme cabeza por unos instantes la cual se levantó como si nada, a pesar del increible golpe, observando al mago, quien ya había olvidado la verguenza y dolor por la ira que llenaba su alma... una ira que llenaba todo su ser y esta se reflejaba en sus ojos... los cuales parecían tener luz propia...

- Este es el momento que he esperado!!! Enfrentarme a mi mayor miedo... ese es mi destino!!! Es mi misión... y es la unica forma que mi alma encontrara descanzo y que mi honor volverá a ser el de antes... y nada ni nadie se me interpondra... ni siquiera tu enjendro de la osucuridad... ni siquiera TU!!!- gritó el furioso mago dirijiendose a la enorme bestia que se preparaba para otro fuerte ataque...

- CREO IGNEM!!! - entonó con fuerza apuntando con su mano a el cuello de la cabeza que se arqueaba hacia atras para otro ataque...

Swann corrió a ocultarse tras una columna sin dejar de seguir con la vista a cada una de las cuatro imágenes de Adela.
Solo una es la verdadera Adela
Ya tenía el arco y las flechas dispuestos desde que empezaron a oírse los golpes. Se lamentó de no haberle disparado una a la traicionera hechicera mientras hablaba, antes de que se multiplicase. Pero ¡era tan interesante lo que contaba!
Los malvados siempre sueltan su rollo autoinculpatorio antes de atacar. Qué tonto he sido de no actuar antes
Decidió su plan. Protegido y oculto momentáneamente del monstruo por la columna, lanzaría Intéllego Corpus para averiguar qué Adelas eran falsas y cuál era la real. Inmediatamente después, su especialidad: una flecha en la garganta de la Adela real: supuesto que no muriese a la primera desde luego no podría lanzar ningún conjuro más.

- ¡Al fin! ¡Al fin recupero lo que me pertenece! -gritó Adela.

Por fin cayó la venda de los ojos del explorador: este era el maldito enemigo que había acabado con su familia, que había destrozado su vida. Maestro de las ilusiones, se burlaba de él. Otra vez. Esta vez quedarían empatados.

- ¡MALDITO SEAS! ¡ESTA VEZ SERÁ DIFERENTE! - Mkvenner disparó cuatro flechas en rápida sucesión, cada una dirigida a cada una de las gargantas de cada una de las Adelas.

La mente llena de ira y desesperación, el normalmente impasible explorador dejó que la furia invadiera su cuerpo y le diera alas. Sin pararse a ver el efecto de sus flechas, desenvainó sus espadas y se lanzó a la carrera tras las 4 clérigas, aullando de rabia.

- ¡Dadme fuerza y velocidad mis pequeñas! ¡HA LLEGADO LA HORA DE LA VENGANZA!

Pero una minúscula fracción de su cerebro, aun sin sucumbir a la locura, se preguntaba por el significado de las palabras vertidas por Derec antes de que el sabio Swann los separara...

Al fin! ¡Al fin recupero lo que me pertenece! -gritó.

¿¡Pero qué dices Adela!? -Derec estaba tan sorprendido como sus compañeros.


El cambio repentino de Adela lo sacudió, era claro que esa no era la utentica Adela pero lo peor estaba aùn por venir, cuando dijo...

Tú, Derec, realmente, eres otro inepto. Y muy predecible. Sólo tuve que matar a esa chica... ¿cómo se llamaba? ¡Ah sí, Ariana! Y, como predije, caíste en las artes oscuras necesarias para mi propósito.
-Derec callo de rodillas no podia creer lo que oia, la muerte de su amada, la destruccion de su vida, el cambio de su existencia todo, absolutamente todo habia sido un plan, el habia sido manejado como una pieza de ajedrez, por este ser despreciable de identidad aun deconocida, este ser que mato a Ariana una inocente victima de este plan. Derec no se quedaria de brazos cruzados

La falsa Adela aun seguia hablando pero el ya nada el importaba hasta que dijo

Sólo esa maldita druida, Gem, y su araña intentaron interponerse en mi camino. Intentó capturar a Derec para impedir que el templo fuera abierto y la Gema robada, pero mis ilusiones confundieron a la araña y capturó a la auténtica Adela -entonces Adela esta una con vida fue lo primero que se le vino a la mente.

Creo que es hora de la venganza, pagaras con tu vida lo que me hiciste y lo que hiciste a Ariana no solo con tu vida sino que usare la necromancia para que tengas un tormento eterno!!-Los ojos de Derec se llenaron de ira, ira que no pararia hasta conseguir la cabeza de aquella bruja

Entonces empredio su huida con un hechizo que le parecio tan familiar como tambien le parecio a Athos, otro de los mas afectados con las ultimas declaraciones, muy relacionado a su pasado que antes menciono, antes de atravezar la puerta.
Pero primero tendre que detener a este bicho-Derec observo que sus compañeros se encargarian de detenerla, despues el se encargaria de ella

Las cabezas se aproximaban mucho y no tenia como atacarla directamente entonces observo las estalactitas del techo que se alzaban tambien sobre la Hidra, entonces su plan era simple, derribar las estalactitas para que la atraviecen pero habia que distraerla.

Athos trata de derribar las estalactitas ke se encuentran sobre la Hidra con alguno de tus hechizos yo tratare de distraerla vamos amigo este es el momento para trabajar en equipo!!!

Derec se acerco la la criatura un poco mas y recito RegoAuram a fin de tratar de hacer retroceder al animal