Aullidos en la Niebla - Narración

Iniciado por Greeny, Diciembre 10, 2005, 06:58:43 PM

Swann

Lord Ciego aun no parecía capaz de moverse. El bibliotecario comprobó que había perdido mucha sangre y que, a pesar del hechizo de curación, quedaba alguna herida abierta.
Miró al altísimo techo: un pesado aleteo y un chasquido de látigo sonaba por ahí arriba, acompañado del clamor gutural del público trogodita.

Ah, es ése... dijo el sabio con desprecio Dejemos que juegue un rato mientras te curo,  amigo LordCiego... Esto dolerá un poco...

Con una parsimonia poco adecuada a las circunstancias, se aplicó a intentar recuperar definitivamente al paladín, aplicándole sus habilidades de Quirurgia.  Tom andaba dando vueltas de un lado a otro del enfermo y del médico y Greg mantenía su espada atenta: la Naga estaba de momento presa pero seguía viva. Y el demonio alado oteaba desde arriba como un halcón eligiendo su presa. Era preciso no perder la guardia.

Adso... ¿por qué no nos cantas algo...? Seguro que nos infundes ánimos, sobre todo a este valiente paladín que las ha debido pasar canutas... ¡Tom, carajo! ¡Deja de dar vueltas de una vez, me estás poniendo nervioso!... Mira: ahí tienes mi sandalia; creo que me la he atado mal o algo, no sé... siempre se me suelta en el peor momento... Jajaja... Me río porque recuerdo una vez que me invitaron a un baile de recepción en el Castillo Navan, en Avlee... Jeje... Ahí estuvo a punto de acabar mi carrera diplomática, por culpa de las sandalias... Los elfos, ya se sabe, son muy protocolarios y, claro...Oh... Está bien, LordCiego... Ya me caaallo, ya me callo... Dejemos que Adso cante algo, si le place ¿eh?...  

Un monton de ojos ciegos estaban allí, en las gradas viendo como un hombre encapuchado curaba las heridas de otro y como otros cuantos intentaban matar sin ser matados a unas horribles bestias, tan prisioneras como ellos mismos.  En eso pensaba Swann. Y, al considerarlo, no pudo evitar decir, mirando al selecto público:

Y luego dicen que mis historias son aburridas...

Vitirr

El revoloteo del demonio movía el aire con fuerza y una fuerte ráfaga llegó a Tobías. El aire frío y el sonido estremecedor de las alas al batir hacían patente el poder de aquel ser.

- ¡Ven conmigo, rápido! - le reclamó Jubei -.

Tobías le siguió de lejos con cierta reticencia cuando vió como el vendado dirigía su espada hacia el demonio y lanzaba una carga mágica contra él.

-¡Tobías ¿crees que podrás lanzarme hasta el demonio?!.

Tobías se quedó a cuadros. Realmente no parecía dar crédito a la maniobra que el forastero pretendía realizar.

- ¿Estás realmente tan loco o es que quieres morir?.

- ¡VAMOS DATE PRISA! - gritó a pleno pulmón el kamikaze -.

En ese momento y sin saber por qué, Tobías se vio impulsado a hacerle caso. Se acercó a él, lo agarró con todas sus fuerzas y aprovechando un revoloteó cercano del demonio apuntó contra él y lanzó a Jubei todo lo lejos que pudo.

- Baa lo tenga en su gloria,  - pensó para sus adentros para después mantenerse alerta y en espera de los acontecimientos -.

Medea

Tenia frente a ella a un ser q pertenecio a su antigua estirpe estaba mutado y muy pero q muy enfadado sin la vision de unos de sus ojos predilectos,Aridane e,pezo a moverse de izquierda a derecha sin dejar de clavar su mirada en el cerbero maldito;el  cerbero no le kitaba la vista de encima,  ella seguia moviendose y mostrando sus colmillo a la par q sacaba sus garras, despues de un rato,Aridane se percato de las intensiones del mensajero,ese q siempre lam iraba despectivamente y siempre cuestionaba cadauna de sus deciciones, decidio entonces  al zarse a dos pata para q el cerbero saltara sobre ella y el mensajero atacara a su talon de aquiles.
Cuando se also sep ercato q cerca de ella estaba esa presencia q antes quiso y que ahora odiaba tanto,sus instintos no le habian fallado y estaba convencida que cada desgracia ocurrida habia sido mandada en oleada por el, para castigarla por su irreverencia, quizas la hora de la verdad haba llegado o mejor dicho la hora de la verdad de enfrentar demonios del pasado con  la realidad actual..........
¿Me seguiras queriendopor la mañana?
Por siempre jamas,amor

Galahad78

Mkvenner soltó la rielante flecha con un sonoro chasquido de su arco. La Gorgona, titubeando a mitad de carrera debido a la extraña magia de la espada de Jubei, ofrecía un blanco inmejorable.

- Tss, fallé – masculló con una sonrisa el explorador, que había apuntando a uno de sus ojos. De todos modos, el resultado había sido satisfactorio, pensó. La Gorgona, con el ástil clavado en el morro, cayó pesadamente a escasos centímetros de Mkvenner, con un extraño grito de dolor. Bien, el peligro más inminente estaba conjurado. El explorador se permitió un respiro para comprobar cómo les iba a sus compañeros.

- Buen hechizo, ese, Derec - le dijo al nigromante mientras evaluaba lo que sus ojos veían en el circo.- Deberías perfeccionarlo más - añadió con una sonrisa torcida. El "valiente" bardo, junto con Swann y los aprendices habían conseguido liberar a LordCiego, y ahora trataban de protegerlo. Por suerte, Athos había conseguido encerrar a la naga, por lo que de momento ellos también podían tomarse un pequeño respiro. El extranjero y el monje se habían desecho del basilisco, mientras que el elfo, del que Mkvenner no recordaba su nombre, había  conseguido atrapar al Wyvern mutilado en una suerte de tela de araña. Lo que dejaba al cerbero como rival más inmediato. La druida elfa, convertida en loba, batallaba con él pero parecía que perdía la batalla. El "Mariscal de Campo", sonrió Mkvenner, de alguna forma que no había podido ver había reventado uno de los ojos de una de las cabezas, y ahora pretendía aprovecharse de ese ángulo muerto. El explorador resolvió que en ese momento era el combate donde más se le necesitaba, y en el momento en el que iba a soltar el arco para cambiarlo por sus espadas, el griterío de los "espectadores" creció en intensidad. El Demonio había alzado el vuelo.

Mkvenner volvió a sonreir. El Demonio debía de estar muy cabreado con ellos para inmiscuirse en persona. Sacando otra saeta de su carcaj, tensó el arco y se preparó para agujerear las correosas alas del engendro. Si tenía un poco de cerebro, se dirigiría hacia Derec, pues era este quien portaba el artefacto que suponía mayor peligro.

- ¿Sería mucho pedir otra "Flecha Certera de Artemisa", amigo mío? - le dijo al nigromante con otra media sonrisa. Conocía la respuesta. Por el rabillo del ojo, comprobó que Derec también había llegado a la misma conclusión que él: era el principal objetivo. El nigromante se puso en guardia.

En ese momento, Mkvenner se quedó paralizado. Tobías, aumentado su tamaño por algún sortilegio, habia lanzado por los aires a Jubei en dirección al Demonio volador...

- ¡Maldita sea! - el exabrupto salió natural de sus labios. No podía disparar en ese momento, pues corría el riesgo de impactar a Jubei. Tampoco podía dejar solo a Derec, pues si el nigromante caía y con él la Gema, podían darse todos por muertos. Mkvenner dudó; el cerbero tampoco podía considerarse un objetivo, con la loba-elfa-druida y el "Mariscal" rodeándolo...

- ¿Qué puedo hacer, mis pequeñas? - musitó. Sonrieron. Él les devolvió la sonrisa. Estaba claro. Había que proteger a Derec. Por tanto, había que encargarse del Demonio. Susurrando una plegaria a Zieq (era curioso lo devoto a este dios que se había vuelto), calculó lo más certeramente que pudo la parábola que dibujaba Jubei en el cielo del circo y la trayectoría que habría de seguir su flecha para que no ocuparan el mismo espacio en el mismo instante temporal, y dejó que su arco cantara...
[i:ec942aef72]Si pones tinto en un vaso de txikito, es el txikito; si lo pones en un porrón, es el porrón; si lo pones en una bota, te pones las botas...Sé tinto, amigo[/i:ec942aef72]

LordCiego

-"¿Donde estoy?" - Se preguntó LordCiego cuando recupero la consciencia. En ese mismo instante se dio cuenta de que estaba atado en una columna y no tenía ni su armadura ni sus armas.

- "Lo unico que recuerdo es que me deje capturar por los goblins ya que eran demasiados para mi y luego me hicieron luchar hasta la extenuación" - recordo el paladín.

En cuanto pudo centrar un poco más la vista vio aparecer a Swann, Greg y Tom que se acercaban a el a desatarle.

- "¿Qué... hacéis aquí?" –jadeó LordCiego, como si le doliese incluso hablar.

- ¡Creo Corpus! –murmuró con suavidad el sabio, y una suave luz iluminó sus palmas abiertas sobre el pecho del paladín. Varias heridas de LordCiego se cerraron con suavidad, aunque aún estaba herido. Recuperando algo más la conciencia, el paladín intentó levantarse, pero no se encontraba en buen estado aún.

Aparte de la magia, Swann intento utilizar metodos más tradicionales para curarle y el se dejo ya que no tenía la fuerza suficiente ni para negarse. Mientras hacía su trabajo el paladín escucho ese parloteo tan familiar:

-"Adso... ¿por qué no nos cantas algo...? Seguro que nos infundes ánimos, sobre todo a este valiente paladín que las ha debido pasar canutas... ¡Tom, carajo! ¡Deja de dar vueltas de una vez, me estás poniendo nervioso!... Mira: ahí tienes mi sandalia; creo que me la he atado mal o algo, no sé... siempre se me suelta en el peor momento... Jajaja... Me río porque recuerdo una vez que me invitaron a un baile de recepción en el Castillo Navan, en Avlee... Jeje... Ahí estuvo a punto de acabar mi carrera diplomática, por culpa de las sandalias... Los elfos, ya se sabe, son muy protocolarios y, claro..."

-" Swann...."

-"Oh... Está bien, LordCiego... Ya me caaallo, ya me callo... Dejemos que Adso cante algo, si le place ¿eh?..."

A pesar de la situación, el paladín no pudo evitar esbozar una sonrisa y mientras yacia en el sitio miro hacía donde estaba y vio a... ¡Athos! ¿Que hacia aqui? ¿porque est.... ¡Y MkVenner el explorador! ¡Incluso Derec! y más gente que no conocía, y todos estaban luchando.

Ya preguntaría más tarde ahora era el momento de dejar que transcurrieran los acontecimientos.

- "Espero no estar viendo alucinaciones y que el demonio y la persona con los ojos vendados que estan volando sean reales...."

Krator

Adso al fin llegó hasta el rehén. No tenía muy buena pinta, practicamente todo su cuerpo estaba cubierto de sangre.

- ¡Rápido, debemos desatarlo! –dijo con premura el bardo, sacando su daga para cortar sus ataduras, mientras su respiración llegaba a limites realmente asfixiantes por la carrera.

- ¡Creo Terram! –sonó entonces en el coliseo, apareciendo de repente una muralla que encerraba a esa extraña criatura, por otra parte muy bella en su lado femenino.
- Con poca ropa, tal y como me gustan. - pensó para sí Adso.

Adso estaba preparado para socorrer al extraño con sus habilidades de Quirurjía, pero parece que su nuevo amigo se le había adelantado y ya le estaba recuperando.

Adso... ¿por qué no nos cantas algo...? - ¿su nuevo amigo le pedía que cantará ante aquel público y en esa situación? Parecía increible lo que tenía que oir, pero es algo que Adso estaba dispuesto a hacer, pues realmente parecía que aquel joven necesitaba de valor, y en eso sí que podía ayudar.

Mira: ahí tienes mi sandalia; creo que me la he atado mal o algo, no sé... siempre se me suelta en el peor momento...
O mejor Tom, porque no le lanzas la sandalia a ese que vuela...no le veo muy buenas intenciones... - gritó Adso en tono jocoso.

Dejemos que Adso cante algo, si le place ¿eh?...
Claro que sí amigo, pero antes deberíamos acercarnos y hacer una piña, bien vigilante de ese ser que nos vuela por encima cual buitre, y estar a la defensiva...no hay que fiarse de un demonio...masculló Adso con media sonrisa.

Espero que esto os recuerde de lo que sois capacesssss - volvió a gritar Adso mientras entonaba la dulce melodía de La Batalla de la Roca, pero sin quitar vista de todo lo que le rodeaba.
Doble cruzado, cuadruple placer.

Greeny

Mientras el demonio sobrevolaba el lugar, todos los compañeros, inquietos por el nuevo adversario, tomaron con rapidez diversas decisiones.

Swann usó sus conocimientos quirúrgicos para tratar las heridas de LordCiego. Ayudado por un nervioso Tom que miraba constantemente al demonio, Swann usó varias vendas para tapar ciertas heridas del paladín.

- Tom, concéntrate –masculló el bibliotecario.

Pero el miedo atenazaba los corazones de todos, y más el del aprendiz. Entonces, una voz se alzó, e inflamó el valor de todos los compañeros. Adso, el bardo, cantaba, acompañado por una bella melodía de arpa.

Tom, animado por ello, se olvidó del demonio, y ayudó a Swann en la curación de LordCiego. Greg, espada y escudo en mano, estaba dispuesto a dar su vida en la defensa de sus indefensos compañeros.

Y el demonio seguía volando.

Aridane, aún es su forma lupina, seguía batallando con el terrible cerbero. El perro de tres cabezas saltó contra ella de nuevo, pero la loba logró echarse a un lado ágilmente, colocándose a un flanco de la criatura. Mordiendo una de sus patas, Aridane hizo ladrar de dolor al cerbero, pero éste usó una de sus cabezas laterales para intentar morder a la loba. Aridane se apartó en el último momento, al mismo tiempo que un inadvertido Jojosh, animado por la balada de Adso, golpeaba por detrás uno de los tobillos de la criatura. El cerbero volvió a ladrar con un largo gemido de dolor, y se revolvió ante su atacante. El emisario, con su característica agilidad, se echó a un lado –el ángulo muerto del perro-, y volvió a golpearlo en una pata delantera. Aridane aprovechó la confusión del cerbero y saltó sobre uno de sus cuellos, mordiéndolo durante unos segundos, hasta que el fuerte perro la apartó a un lado.

Agotado y sangrando, el cerbero miraba a Jojosh y Aridane a la vez, uno a cada lado de él. La elfa –ahora loba- casi podía ver una mirada de angustia en la criatura.

Mientras, el demonio seguía volando, ahora más bajo. Parecía que se había decidido por su presa.

Melkor, el hechicero, no prestaba atención al resto del combate, aunque sus sentidos de cazador le advertían de cualquier peligro. Su único objetivo era eliminar al wyvern, así que se acerco a éste, con una sonrisa en sus labios, y entonó un nuevo hechizo.

- Perdo Aquam –susurró, señalando con un dedo a la atrapada criatura. Ésta en seguida empezó a sacudir su pesado cuerpo, agonizando. Su piel empezó a secarse, lentamente... el animal estaba sufriendo una muerte cruel. El mago elfo, una vez concluido el trabajo se giró, buscando su próximo objetivo.

El demonio, sin embargo, ya había decidido cual era su objetivo. Como un relámpago, descendió sobre el grupo más indefenso, el formado por aquel hombre que cantaba, aquellos curanderos, y el paladín que habían capturado los trogloditas. El único que se interponía entre ellos y su látigo era aquel joven hombre de armadura. Y ése sería el primero en probar las tres colas de su arma. Derec, que esperaba el ataque del demonio, chasqueó la lengua, disgustado.

Greg afianzó sus piernas al suelo, y esperó la arremetida con su escudo alzado. Esperó lo peor.

- Creo Terram –oyó decir el paladín, pero no desvió su atención de su atacante. Cerca de él, Athos había invocado una piedra fracturada, que sin dudarlo lanzó al interior del círculo de piedra, donde la naga estaba encerrada. Una pequeña explosión pétrea sonó en su interior, junto con el grito serpentino de dolor de la criatura atrapada. Un siseo de rabia e impotencia sonó entonces de su interior, y los golpes de espada se intensificaron. Casi al mismo tiempo que lanzaba la roca, Athos vio al paladín en peligro, por lo que alargó su mano libre y entonó su famoso hechizo de aire.

Sin embargo, el golpe de viento no afectó al demonio. Parecía que ni lo había golpeado. Sorprendido, Athos vio como el demonio se acercaba al paladín. Y en ese momento, con un grito, Jubei apareció volando por los aires.

Lanzado por Tobías, el extranjero de la venda en los ojos cayó justo sobre el demonio. Al mismo tiempo, una flecha –disparada por el hábil Mkvenner- se clavaba en el torso del rojizo ser, a escasos centímetros de un brazo de Jubei. Con sus alas atrapadas por el cuerpo del oriental, el demonio perdió la dirección de su vuelo, desviándose a la izquierda. Casi chocando con el poste en el que estaba atado LordCiego anteriormente, el demonio, con Jubei sobre él, cayó estrepitosamente al suelo. El látigo de tres colas y la katana menor de Jubei cayeron a la arena, a varios metros de los dos.

El oriental, rápido gracias a su entrenamiento y sus reflejos, se puso a horcajadas sobre la espalda del demonio, dispuesto a clavarle su katana mágica, empuñada con dos manos ahora. Pero antes de que pudiera actuar, el demonio silbó algo en una extraña lengua impronunciable.

El guerrero extranjero salió volando por los aires, cayendo a casi diez metros de la criatura demoníaca, empujado por una extraña fuerza mágica. Su katana mágica se le escapó de las manos.

Exaltado por la canción de Adso, y gracias a la ayuda de Swann y Tom, LordCiego se levantó, dolorido aún, pero con firmeza. Había visto los valientes actos de sus compañeros –conocidos y desconocidos-, y no estaba dispuesto a quedarse quieto, sin luchar.

El demonio se levantó también, y se sacó la flecha clavada en su torso. Sangrando un extraño líquido negro, el ser rojizo los miró a todos, con desprecio y odio. Levantando su mano derecha, apuntó con ella a su látigo, y éste voló hacia su mano. Con su mano izquierda, atrajo hacia sí la katana menor de Jubei, al mismo tiempo que el oriental se levantaba, dolorido por la caída, pero ileso al parecer, y recogía su katana mágica.

Los trogloditas silbaron, emocionados, al ver a su amo pelear con los recién llegados. Varios de ellos, sin embargo, descendieron a la arena por las paredes, como si siguieran una orden silenciosa. Alcanzando la puerta con reja más grande, activaron su mecanismo, y salieron huyendo a un lado. Con un feroz grito de guerra, una enorme criatura –de más de cinco metros de altura, y otros tantos de ancho-, salió a la arena. Durante un segundo, el público enmudeció, para enseguida gritar ante lo que iban a presenciar. Hasta el bardo calló ante la escena. Con una sonrisa malvada en sus labios, el demonio masculló una orden en aquella extraña lengua, y el feroz behemoth –de pelaje parduzco y poderosos brazos- embistió hacia los compañeros.
RAW INSIDE: PUNK-ROCK desde Málaga

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ADICTO20

Por demencial que pareciese, Jubei lanzado hábilmente por el hermano Tobías había conseguido derribar al demonio, aun que ahora además de su látigo tenía en su poder una de las espadas gemelas de Jubei.

Blandiendo con ambas manos su Katana Negra, el extranjero se encontraba frente al demonio. No podría vencerlo él solo, acababa de ver como el demonio poseía alguna clase de poder telequinético, y Jubei ni siquiera podía volver a intentar cegarlo, su espada se había quedado sin energía.  

Lo único que podía hacer era usar su habilidad de sigilo para aprovechar el momento de confusión tras la caída, y tal vez si el demonio lo perdía de vista durante un tiempo con la ayuda de algún compañero, podría atacarlo por sorpresa.

Una vez más necesitaba la ayuda de alguien.
[highlight=#FFFFAA]They say an end can be a start. Feels like I\'ve been buried yet I\'m still alive.[/highlight] - If I Ever Feel Better (Phoenix)

Swann

No se extrañó Swann demasiado de que el demonio los hubiese elegido como presa. Los Kreegan, bajo su fanfarroneria huera, ocultaban una cobardía tan rastrera como la de los goblins, si no mayor. Ellos eran los más débiles y ellos serían su presa.
Ya estaba considerando seriamente la posibilidad de que aquel iba a ser el último día de su incómoda vida, cuando el extraño ser oriental del que desconocía hasta el nombre, pareció volar hacia el demonio y encaramarse en su lomo, como si fuera un Pegaso. Luego tuvo lugar una breve refriega, durante la cual la bestia rojiza lanzó un hechizo que Swann no pudo identificar. La lengua de los kreegan era excesivamente complicada como para que el bibliotecario pudiera siquiera intuir algún significado.
Cuando los dos cayeron al suelo, hubo un clamor entre el público troglodita. Después otra verja se abrió y apareció un behemoth de apabullante tamaño.

Hubo unos segundos durante los cuales el hombre oriental y su enemigo demoníaco se encontraron enfrentados uno contra uno en un combate en principio muy desigual a favor del demonio.
El oriental pareció comunicar algo difuso al bibliotecario, aparentemente con la mirada, si bien esto era imposible ya que llevaba los ojos cubiertos con una cinta. Tal vez la inexistencia de una mirada real dotaba a los ojos de aquel individuo de una capacidad telepática poderosa sin las interferencias groseras de la visión común.
El bibliotecario recordó unos extraños versos que aparecían en el poema épico "La caída de Terraneus", muchos de cuyos pasajes había memorizado de adolescente. En uno de ellos aparece Ignatius, el general kreegan, arengando a sus tropas en su propia lengua. Swann desconocía que podrían querer decir esos versos, pero no dudó en dirigirse al demonio recitándolos en alta voz. Evidentemente, su objetivo no era otro que distraerlo unos instantes para permitir al oriental o a cualquier otro atacarlo por sorpresa.
Así que dio un paso adelante y con no malas dotes de actor recitó:

¡Breéshiyt ' haáaarets del w'eet del hashaamayim del eet de Elohiym ' del baaraa ' Al del ` del wxoshek del waabohuu del tohuu del haaytaah de Whaáaarets - al del ` del mraxepet de Elohiym del wruuxa del thowm del pneey ' - hamaayim del pneey!

rasdel

Athos no podía creer lo que estaba viendo... de la enorme puerta apareció una bestia que le pusó los pelos de punta, un Behemoth. El joven druida había escuchado de estas criaturas, pero nunca había visto a una. Recordó las enseñanzas de Ellessar quien sí, en su tiempo, había batallado con un Behemoth y logró ser victorioso...

-Todos somos simples hijos de Gaia... toda bestia esta ligada a los elementos, no importa que tan poderosa sea... Verás mi joven amigo, en aquel entonces pensé estar muerto... pero sabía que Gaia estaba conmigo... confié en ella... y su sabiduría me iluminó... inclusive un Behemoth tiene su punto debil... sólo hay que saber encontrarlo... -

-Y cual es?, Ellessar... como le ganaste a un oponente de esa magnitud?-

-Todo a su tiempo Athos, no seas impaciente... cuando sea el momento... la respuesta se te revelará sóla... sólo recuerda esto... tanto la Tierra, el Fuego, el Viento y el Agua, no son más que una familia, todos creados por Gaia, no importa si a veces parecen ser completamente diferentes... tienen un mismo origen y tarde o temprado, se compementan..., pero ahora descanza... mañana deberás practicar tus hechizos y recorreremos una vez más los bosques...-

Las enseñanzas de Ellessar le habían ayudado mucho, pero daría todo por tener la respuesta. Como eliminar a una criatura así?...

El Behemoth se acercaba con una velocidad casi inigualable... sus pasos provocaban temblores y su rugido era ensordecedor.

-Quizas estas criaturas sean lo suficientemente poderosas como para resistir hasta mi hechizo más fuerte... debe haber una forma- pensaba el joven druida mientras miraba como la bestia se acercaba cada vez más rápido.

Una sonrisa de formó en el joven rostro de Athos, era tan obvio que algo se le había ocurrido...

-Gaia es sabia... QUE SUS FUERZAS ME ACOMPAÑEN!!!- dijo el duida mientras alzaba su vara apuntando a el enorme Behemoth...

-CREO AQUAM!!!-Grito con fuerza apuntando a la bestia mientras con su otra mano apunto a los pies de la criatura y dijo...

-CREO AURAM!!!-Esperaba que al menos la bestia callera para poder ganar algo de tiempo...
--Efectos secundarios pueden incluir: sequedad de boca, náusea, vomitos, retención de agua, dolorosa picasón rectal, alucinación, demencia, psicosis, coma, muerte y mal aliento. La magia no es para cualquiera, consulte a su doctor antes de uso--

Medea

Aridane vio la agonia en su enemigo,mas por principios que por cobardia decidio tranasformarse mientras su oponente aullaba de dolor,su transformacion fue mas rapida q la ultima vez y mas dolorosa debido alas magulladuras de haber sido lanzada contra el terreno en varias ocaciones.Pasaron unos segundos y volvio a su forma humana con los arapos q la cubrian parcialmente el cuerpo,cojio su carcaj y una flecha y apunto  al talon de aquiles del animal.
Antes de dispara miro a su alrededor,habia estado tan centrada en el cerbero que se kedo sorprendida cuando vio ¿un demonio volando,un extranjero ala per volando y vendado?,y ¿un Behemont?, en ese intante de abastracion volvio ala realidad  movio la cabeza y sonrio.
-Bien veo q la accion ha empezado y no m la quiero perder- en otra visual rapida localizo aun explorador arquero como ella,se dirigio a el.
-Humano a pesar delas continuas confrontaciones de nuestras razas,q os parece si la union hace la fuerza,uno mi habilidad mis flechas a las tuyas¿que contestais?.
Mas como una propocision sono auna orden, suno tono y el modo de hablar siempre eran confundidos con la prepotencia y la cbhuleria dela q tiene fama los elfos.Mientras espero la respuesta del explorador,Aridane tenso su arco y apunto al cerbero..........................
¿Me seguiras queriendopor la mañana?
Por siempre jamas,amor

Krator

A Adso solo le pasó una cosa por la cabeza al ver al enorme Behemoth "¿Qué habré hecho yo para merecerme esto?" Luego se respondió a si mismo, "Tu instinto y tus sentimientos te han llevado hasta aquí"

Este hombre no parece estar en condiciones de luchar aún contra semejantes bestias. Tom y tu paladín, cojedle y retiraos un poco del Behemoth y el Cerbero" . Como siempre a Adso le preocupaba más los demás que él mismo.

¿Alguien necesita mi ayuda? - gritó al vacio Adso, que gracias a su canción anterior aún estaba en envalentonado. Adso estaba dispuesto a todo, si fuera por él, incluso acabaría con el behemoth solito. Estaba muy seguro por una vez en su vida rodeado de todas esas grandes figuras heróicas, aunque sabía que mucho no podría hacer.

Si nadie le necesitaba seguiría protegiendo y liderando el pequeño grupo del hombre herido, alguien llamado Tom y un novato paladín, y tocaría su arpa de nuevo, continuando con La Batalla de la Roca que había sido interrumpida por la entrada del grotesco Behemoth.
Doble cruzado, cuadruple placer.

Vitirr

Y después de todo la maniobra circense funcionó. Tobías contempló atónito cómo Jubei se subía al lomo del demonio y conseguía derribarlo, dejándolo al alcance de sus puños.

Tobías no lo dudó y salió corriendo con todas sus fuerzas para atacar al demonio. Jubei se encontraba más adelantado pero acababa de ser derribado por un hechizo del demonio, con lo que debía darse prisa si quería alcanzarlo antes de que emprendiera el vuelo de nuevo o atacara a alguno de los compañeros más indefensos.

A mitad de la carrera escuchó un rugido que casi le hiela la sangre. La corta mirada que se permitió realizar le reveló un monstruo enorme. A su lado todos parecían poco menos que insectos. Sus enormes colmillos relucían y el abundante pelo pardusco revoloteaba con el viento. Un horrible hedor inundó el coliseo en cuanto el behemoth hizo acto de presencia.

- ¡ENCARGAOS DE ÉL!, - gritó Tobías mirando a los magos mientra seguía corriendo -.

Volvió a fijar su mirada en su objetivo y aceleró aún más su carrera. En cuanto se encontró a un par de metros del demonio dio un espectacular salto a la vez que giraba en el aire e iba extendiendo la pierna.

- Al menos recibirás una de mis patadas, - pensaba Tobías mientras realizaba su golpe-.

Lepastur

Ver cómo la elfa volvía a transformarse le devolvió a Jojosh cierta tranquilidad, ya que parecía que había recobrado la sensatez y ahora podía usar el arco... pero... ¿qué? ¡Se disponía a huir! Jojosh lo estaba flipando, y más aún cuando aquel gigantesco gorila con zarpas entró en escena, ya que por proximidad podría dirigirse hacia allí. En fin, seguía con la determinación de que si había que morir que fuera con las botas puestas, así que flexionó un poco las piernas y agudizó sus sentidos esperando a que el Cerbero se decantase entre él y perseguir a quien corría, sin dejar de echar un ojo al Behemoth y al Diablo, para quien tenía una sorpresa guardada... de mientras, comenzó a tantear al Cerbero moviéndose ligera, lateral y lentamente de izquierda a derecha con la intención de descubrir puntos flacos y de en caso de que la bestia decidiese abalanzarse sobre él buscar el mejor ángulo por el que dar una voltereta haciendo rodar su espalda por el suelo hacia el can, y cuando estuviese debajo que le permitiese dar un buen tajo en el vientre y escapar rodando lateralmente hacia un lado por si se derrumbaba.

En caso de tener que enfrentarse al mono gigante, sólo se le ocurrían oraciones para poder esquivarlo y entretenerlo mientras otros se encargaban de él...
http://www.rae.es / :worthy: para Krator ¡por ser un campeón! / www.TorredeMarfil.es / Presidente de la plataforma de los Archimagos y Liches flanqueadores de títulos de web.

LordCiego

LordCiego aunque quería ayudar de momento se dejo cojer para descansar algo ya que a pesar de estar aturdido conocia muy bien como funcionan los campos de batalla y vio que casi todos estaban centrandose en alguna tarea asi que si tenia que ayudar de algun modo ya lo haría mas adelante.

Quien sabe que podía esperarles todavia....